La jugabilidad es sencilla, con el arma elegida disparamos tinta con la que podemos pintar la mayoría de superficies o matar a los enemigos. Al disparar gastamos tinta, que se puede recargar escondiéndonos en lo que hemos pintado, esto también nos sirve para desplazarnos rápidamente en forma de calamar y saltar más lejos que en la forma normal. En el suelo pintado por los enemigos no podemos hacerlo y caminaremos más despacio.
El modo de un jugador está dividido en dos partes, en una tenemos que encontrar las bases secretas de los Octarianos para recuperar siluros; cada base de estas es un nivel donde avanzamos matando a enemigos y superando diferentes obstáculos hasta conseguirlo. En general es sencillo de completar y parece que está más pensado como una práctica del modo multijugador.
Por eso el modo historia es algo corto, en 6,5 horas aproximadamente puede ser completado. Pero como ya he dicho, la gracia de este juego está en el modo multijugador (tiene local y online).
En online encontramos partidas amistosas donde pelearemos en equipos de 4 contra 4 para ver quién pinta más que el rival. Conforme ganamos partidas subimos de nivel, el cual es necesario para poder participar en los combates competitivos, estos van rotando entre 3 modos de juego diferentes: áreas de pintado, donde cada equipo tiene que intentar mantener pintada una zona marcada más tiempo que el otro; torreón, que consiste en llevar una torre móvil al territorio enemigo; y pez dorado, en el cuál hay que hacerse con un arma especial y llevarla a la base enemiga. Cuando se consigue cierto grado al ganar partidas competitivas, se desbloquean los combates de liga, que son también los mismos modos de juego que el modo competitivo. Y una novedad con respecto al primero, es el modo cooperativo, Salmon Run, donde tenemos que matar hordas de salmónidos para recuperar huevecillos dorados.
Mi Puntuación del juego seria de 9,5 sobre 10. ★★★★
Aquí dejo algunas imágenes:
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